En el año 2009 el SMI o salario mínimo interprofesional se situaba en 625€. Este es el sueldo que un trabajador en España puede cobrar en un trabajo no cualificado.
En la otra cara de la moneda se sitúan los futbolistas con sueldos astronómicos y un salario mínimo de 8500€ al mes (que el 99% de los futbolistas superan con creces). Eso sin entrar en los salarios millonarios que cobran algunas estrellas de nuestra galaxia futbolística, como son. Kaká, Messi, C. Ronaldo con sueldos que se acercan a los 10 millones de euros libres de impuestos. En estos casos siempre se habla de si es justo que muchas familias cuenten solo con un ingresos y que sea el SMI y del otro lado que privilegiados por practicar un deporte de manera profesional cobren sueldos que superan en 1000 veces cada euro ganado por el trabajador. Las razones para esos sueldos se esconden en que producen más de lo que cuestan, la publicidad, el merchandising,... Es difícil cambiar una sociedad que valora una camiseta de un futbolista (más de 60€) más que el empleo del dinero en otras acciones.
Demos un paso más. Imaginemos que estamos de acuerdo con el razonamiento que nos indica que un futbolista de elite es alguien que es capar de hacer cosas que otras personas no son capaces. Y aquí es donde puede surgir una pregunta. ¿Y un investigador sobre el cáncer?, ¿y un médico competente?, ¿y un científico?,... Son muchas las profesiones en las que encontramos a gente mucho más especializada que un futbolista, en la mayoría de ellas no reclaman sueldos mayores, sino más posibilidades para investigar, contratar a ayudantes y seguir desarrollando un trabajo mucho más válido para la humanidad que otras actividades y en muchas de ellas los sueldos, por no decir la mayoría, los sueldos están a años luz de los de futbolistas.
Aquí es donde comienza la reflexión. ¿Qué criterios se deberían tener para asignar un sueldo?, ¿Qué hace que merezca estar mejor pagado CR9 que Mariano Barbacid? ¿Surge alguna reflexión después de haber leído estas líneas?
